Cocina creativa, cueva pintada y la alimentación del mundo indígena de Gran Canaria
Este proyecto se ha hecho realidad gracias a la iniciativa del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada (Servicio de Museos - Consejería de Cultura - Cabildo de Gran Canaria).
Cuenta además con las colaboraciones imprescindibles de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, del Área de Prehistoria y Arqueología de la Facultad de Geografía e Historia de la ULPGC y del Laboratorio de Arqueología, Patrimonio y Tecnología Emergentes del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Los útiles para matar al animal, despellejarlo y despiezarlo serían de piedra. Para el despiece se utilizarían útiles voluminosos de basalto; en cambio, los cortes finos se realizarían con pequeñas lascas talladas en los vidrios volcánicos.
Los animales sacrificados para el consumo debían ser aprovechados al máximo: pieles, carne, vísceras, huesos...
CORTE Y DESPIECE
Los útiles para matar al animal, despellejarlo y despiezarlo serían de piedra. Para el despiece se utilizarían útiles voluminosos de basalto; en cambio, los cortes finos se realizarían con pequeñas lascas talladas en los vidrios volcánicos.
Los animales sacrificados para el consumo debían ser aprovechados al máximo: pieles, carne, vísceras, huesos...
El higo era una de los pilares fundamentales de la alimentación de la población indígena de Gran Canaria. Tenía una gran ventaja comparado con otras frutas, se podía consumir a lo largo de todo el año con solo dejarlos secar al sol. Los graneros, como el del Cenobio de Valerón, eran los lugares labrados en la roca para generar espacios en los que almacenar no sólo los cereales sino otros frutos secos (como el higo), carnes, pescados, enseres... Las hojas de laurel (Laurus novocanariensis) que se encuentra en las celdas de algunas de estas alacenas tenía propiedades "insecticidas".
El higo era una de los pilares fundamentales de la alimentación de la población indígena de Gran Canaria. Tenía una gran ventaja comparado con otras frutas, se podía consumir a lo largo de todo el año con solo dejarlos secar al sol.
Granero del Cenobio de Valerón (Santa María de Guía).
Granero del Cenobio de Valerón (Santa María de Guía).
Los graneros, como el del Cenobio de Valerón, eran los lugares labrados en la roca para generar espacios en los que almacenar no sólo los cereales sino otros frutos secos (como el higo), carnes, pescados, enseres...
El tuétano es la médula que está en el interior de los huesos. Su aspecto es blanquecino y gelatinoso; su sabor, denso e intenso. Se trata de una fuente de grasa y protenínas muy valorada. Muchos de los huesos de mamíferos recuperados en las excavaciones arqueológicas han sido machacados para la obtención de este alimento.